sábado, 16 de diciembre de 2017

Entreacto de nunca empezar.

Aloha es hola en hawaiano. Aloha pues.

Mentiría si dijera que no ha habido motivos para escribir algo, pero se han diluído tanto entre la maraña de papeleos y desplazamientos para conseguir comprar dos motillos con las que recorrer Colombia que no apetecía ni arrimarse al teclado. Menos mal que estaban la esperanza, la confianza, el qué remedio nos queda y la cerveza Pilsen, autóctona paisa (sí, el de la Pilsen es un consejo al más puro estilo de blog de viajes, así que si hay algún interesado, que tome buena nota.)

Aparte, en Bogotá, el museo del Oro conducido por aquel guía hipnótico en tantos sentidos, y el de Botero y el arte moderno, o el barrio de la Candelaria, y la arquitectura diversa, desvergonzada, con sus ejemplos de estilos compartiendo insolentes la misma ciudad, pero, sobre todo, sus patios coloniales. Palabra de claustrofílico. Y boterófilo..., pero eso es otra historia.

De camino a Medellín, desvío a Zipaquira para ver la Catedral de Sal, excavada en las galerías subterráneas de una explotación minera abandonada. Otra proeza humana a nombre de otro.
En cuanto a Medellín, merecerá otra visita que será al final de este viaje y antes de embarcar rumbo a Ítaca,  y es que por temas burocráticos no hemos podido disfrutar apenas aquí y tendremos que volver casi inevitablemente para vender las motos. Pura burocraciofilia. Sin ir más lejos, para apretar un tornillo del transportín de la moto, el dueño del taller nos aterrorizó con un "Ahorita mismo les mando un funcionario pa que se lo solucione". Al final, todos contentos: 600 pesos para él y uno menos para nosotros.

Y aloha también se traduce como amor. Y es el nombre del hotel sin ventanas en que nos hospedamos, con esta, dos noches. Y también aloja otros clientes del hotel. Y a los clientes de los clientes de hotel. Y hasta aquí quiero contar.

Ya es tarde ahora y aquí, y como aloha también es adios, pues hola, amor, adiós.

3 comentarios:

  1. Aloha! por aquí nos precipitamos vertiginosamente hacia las Navidades.....
    es agradable asomarse por un momento a esa ventana colombiana :-)
    ya teneis la motos! ole..., que habéis pillado? es que mi cabeza baraja varias opciones, algunas mas cachondas que otras..., vamos, por concretar ;-)
    q tal la musica?!
    besos...

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  2. Motos viejunas de 125 CC de cuatro tiempos. Problemas y soluciones garantizados.

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  3. Y la música bien, gracias. Cuando conseguimos arrancarlas.

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