sábado, 17 de febrero de 2018

...vengo volando, ...voy volando.

.el Sol se puso cuando llegamos a Rincón del Mar (departamento de Sucre) después de más de cinco horas en las motos con el Sol de cara y rachas de viento de costado. Conduciendo, la resaca se expandía en el nulo espacio que queda entre el casco y mi cráneo, así que volvíamos como buenamente podíamos de Barranquilla, donde nos habíamos reencontrado con LD y ES, dos amigos que conocimos en España cuando, hace más de 10 años, volaron desde su Colombia buscando mejorar sus condiciones de vida. Lo consiguieron, pero así son las condiciones de vida: otra vez se volaron de sus manos. Y de nuevo volaron, las condiciones y ellos, esta vez a la cálida Escocia. Y ya no sumaban un par, sino dos, cuando se volvieron a Barranquilla desde donde, después de hospedarnos en su casa y compartir con nosotros cuanto tenían, nos despidieron emotivamente. Atrás quedaron dos noches de parranda carnavalera regada con aguardiente de Antioquia y rumba callejera únicamente interrumpidas por un día del diablo con los ojos estériles por no admitir las cantidades ingentes de espuma en bote y harina en mano que yo, erre que erre... Y al día siguiente, yo (o el personaje que habito, o que me habita), que no me disfrazo ni en Carnaval, me eché unas insuficientes gafas de sol sobre las cuencas hinchadas de mis ojos y cubrí el conjunto con mis manos para que ES me condujera, no sé por dónde, a la dirección donde encontrarme con NA, una desconocida buena amiga que me devolvió mi tarjeta de débito y la copia de mi pasaporte que se encontró la noche anterior en el bar la Troja, y de paso me presentó a uno de sus compañeros de viaje, presente e invisible a mis ojos, al que un pájaro (o quizá el mismo que a mí) le había volado la cartera también, pero en su caso con más pasta que a mí y con menos suerte que yo; y a otro compañero más, también presente, invisible a mis ojos, e invidente también, al que le habían ocupado el nulo espacio entre los ojos y los párpados con la misma pasta que a mí.
Y aunque ese no hubiera sido el plan inicial cuando volamos de Rincón del Mar por primera vez, así fue como podría haber acontecido.

2 comentarios:

  1. Na ni Na ! Entre Escocia y Antioquia , perdiste los papeles Jajajaja Jajajaja
    Siempre te quedarán unas sunglasses !
    😎😎😎

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